Los Mejores Retratistas

Ya han pasado casi 600 años desde que surgieron los primeros pintores de retratos al óleo, gracias a la innovadora creación de este noble material por parte del pintor Juan de Brujas en Bélgica. El inicio de la escuela flamenca de pintores, las posibilidades que ofrecían las pinturas al óleo y el progreso de la técnica dieron paso a genios de la pintura en general y del retrato. Los pintores de retratos al óleo gozaban de especial fama por esas épocas.

Con la mejora del óleo como material, fue sencillo pasar de la madera a la tela como soporte para los cuadros. El hecho de que la tela era más ligera y fácil de transportar y cada vez más y más económica contribuyó a facilitar el trabajo de los pintores de retratos al óleo. La aparición de un gran número de pintores de retrato al óleo a lo largo de estos siglos también se debe, en parte, a este hecho.

De los años 1400, además de Jan van Eyck, Leonardo da Vinci es otro notorio exponente. Representante del alto Renacimiento Italiano, manejaba la perspectiva y los entornos de sus retratos de una manera innovadora para la época. Una de sus obras más famosas, la “Mona Lisa” es, uno de los retratos al óleo más conocidos de todos los tiempos. Perteneciente al mismo movimiento, Durero tenía un estilo hiper – realista y un alto nivel de detalle en sus obras y retratos al óleo. Este artista manejaba las luces y las sombras de forma exquisita.

No se puede hablar del siglo 16 sin nombrar por lo menos a Miguel Angel, Rafael, Tiziano y Tintoretto, aunque hubo otros muchos excelentes pintores al óleo y retratistas en ese fructífero siglo. Miguel Angel, siempre emulado pero nunca igualado, no era un pintor de retratos al óleo en el sentido estricto del género, pero es digno de mención por la elaborada y novedosa forma de pintar los rollizos rostros y cuerpos en sus frescos. Rafael, del mismo siglo, detalla los rostros con exactitud y simpleza al mismo tiempo y evita sobrecargar sus retratos con detalles innecesarios tal y como puede apreciarse en su famoso retrato “dama con el Unicornio”. Aunque el punto fuerte de Tiziano eran los paisajes, realizó también diferentes retratos al óleo bien logrados. Su discípulo Tintoretto era un pintor religioso de frescos y retratos, tales como el Nacimiento de Juan el Bautista o el Bautismo de Cristo. Ambos pintores hacían gala de su magnífico dominio de luces y sombras.

Rubens, pintor destacado de obras religiosas y retratos de estilo barroco italiano para familias acaudaladas del siglo 17, dejó de emular a Veronese y a Tintoretto para lograr una maestría excelsa en el dominio del pincel, que se aprecia en el realismo y en el brillo de los ojos del modelo. Durante el mismo siglo, Velázquez pintaba retratos al óleo y paisajes en España y ya era un reconocido artista en Sevilla a la temprana edad de 21 años. Sus cuadros se distinguen por un realismo casi fotográfico, de apariencia casi platinada, que contrasta con las pinceladas gruesas y un tanto sobrecargadas de su contemporáneo Rembrandt. Murillo, otro español, enfatiza la luminosidad en sus retratos de manera innovadora y esto le convierte en un retratista muy apreciado en el entorno Inglés, donde consigue algunos fieles seguidores como Reynolds y Constable.

Giovanni Tiepolo, pintor Veneciano del siglo 18, se dedicó a los frescos y retratos al óleo decorativos, religiosos y casi mitológicos en los que se nota claramente su estilo Barroco Post- Renacentista. Reconocido desde joven en toda Europa, pintó la mayoría de sus obras por encargo para que decoraran palacios e iglesias por igual. El contraste de sus colores captó la atención del mercado pictórico del momento.

En el siglo 19, el Romanticismo, el Impresionismo y el Post - Impresionismo nos sorprenden de la mano de Delacroix, Manet, Monet, Renoir, Gauguin y Van Gogh entre otros. Aunque todavía influenciado por el movimiento anterior, el Barroco, Delacroix esboza claros elementos románticos en sus obras, que contrastan con la rigidez y el clima misterioso de los retratos de Paul Gauguin. Las notorias pinceladas y el colorido de los retratos de Van Gogh le dieron finalmente el reconocimiento de toda Europa después de fallecido. Aunque perteneciente al mismo siglo, su estilo contrasta con el de Renoir, pintor de retratos al óleo de corte impresionista que refleja escenas de la vida diaria tal como el ser humano las ve o como su espíritu las recuerda.

En el siglo 20, Pablo Picasso, Rivera y Georges Braque dan un paso más allá y renuevan la pintura de retratos al óleo de manera muy notable. Picasso que inspeccionó varios estilos y movimientos, finalmente nos adentra en el cubismo junto con Georges Braque. Estos artistas rompen con el clásico concepto del retrato y exploran nuevos límites en la percepción y en su representación gráfica. Rivera, pintor Mejicano, del mismo siglo pero de estilo algo más acotado, presenta retratos directos y claros, aunque con profusión de detalles y con elementos gráficos muy particulares. Aunque pintó algunos retratos, su carrera se centró más en los murales.

Aunque no todos estos pintores de retratos al óleo disponían de toda la gama de colores y materiales de los que dispone un pintor hoy en día, no se vieron impedidos para fabricar sus propios colores que a veces resultan inexplicables en la actualidad. Ellos supieron superar las dificultades hasta lograr la perfección y fueron capaces de captar y perpetuar, cada uno a su modo, la realidad de su tiempo. Ese es quizá el valor más grande de su obra, más allá del posible valor material y emocional que cada cuadro pueda ostentar.