¿Cómo cuidar un retrato al óleo?

Cuando llega el momento de cuidar de tu retrato al óleo, hay muchas elecciones que hacer. Las pinturas antiguas al óleo (como las que pueden verse en las colecciones de museos o subastas de objetos antiguos) suelen tener un acabado de barniz que puede oscurecerse con el tiempo. Hay formas de limpiar el barniz y conseguir devolverle el brillo a la apariencia de la pintura, pero muchos propietarios de pinturas al óleo de más reciente creación eligen no aplicarles barniz debido a la posibilidad que éste tiene de cuartearse o volverse pegajoso o amarillento. En estas situaciones, se aconsejan los cuidados profesionales de un conservador.

A la hora de decidir si aplicar barniz a tu nuevo retrato al óleo, debes considerar que el propósito del barniz es proteger el cuadro. Ten en cuenta también que las pinturas al óleo deben secarse adecuadamente antes de aplicarles la capa de barniz, lo que puede llevar entre 6 y 12 meses. Sin embargo, es posible aplicar una capa preliminar de barniz tan pronto como la pintura esté seca al tacto, momento en el cual el cuadro esta también lo suficientemente seco como para ser enviado.

Creemos, sin embargo, que si eres capaz de proporcionar un buen ambiente para el retrato al óleo y le quitas el polvo cuidadosamente las veces que sea necesario, aplicar barniz puede resultar una precaución innecesaria, ya que así evitaremos las complicaciones que el barniz puede provocar en el futuro como, por ejemplo, que los colores y texturas de tu pintura puedan verse comprometidas por los elementos que el barniz absorbe.

Un buen ambiente para tu retrato al óleo será aquel que no tenga demasiado polvo, humo, pelos de animales o cambios importantes en la humedad relativa. Las pinturas al óleo no deben estar expuestas a la luz directa ni al calor. Además, un buen ambiente es aquel en el que las personas que entren en contacto con la pintura no tengan que estar pensando en como evitar tirarlo, golpearlo o rasgarlo.

Cuando llegue el momento de quitar el polvo o la suciedad de la pintura, primero debes inspeccionar la superficie del óleo cuidadosamente. Si en esa inspección encuentras alguna raja o escama, deberías consultar a un profesional. Debes recordar siempre que el óleo (al estar compuesto por aceites) no debe mezclarse con el agua. Como regla general, no debes aplicar ningún disolvente o solución química sin haberte asegurado antes de que no estas poniendo en riesgo tu inversión. Debes usar un cepillo limpio y seco con cerdas muy suaves, como un cepillo para bebes o una brocha de afeitado. Si está perfectamente seco y limpio, se puede usar un accesorio de cepillado conectado a la aspiradora y utilizarlo a muy baja potencia. Ésta es una buena opción para remover el polvo de la superficie, especialmente para pinturas con texturas variables o áreas de pintura espesa. Evita usar accesorios de limpieza que puedan agarrarse a la superficie de la pintura, como los plumeros de plumas. Y, sobre todo, considera todas las medidas preventivas necesarias para proteger el retrato de su ambiente y éste se mantendrá bello durante años.

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